Pero un día el hombre se aburrió de tan bella creación
o tal vez no soportó tan imperfecta perfección
entonces decidió crear la invención.
Y con ella las calles y el buzón
Los edificios y el portón
Las banderas y la prisión
Los presidentes y la ficción.
Y grandes escaleras para llegar a un dios
y buscó un dios en la religión
buscó un dios en la sanción.
Y creyéndose el dueño del mundo
hizo de tan bella creación
una perfecta imperfección.